Por: Rosa Balam May - @rosabalammay
¿Alguna vez te has preguntado qué hace que un cliente vuelva?
¿Será acaso por una atención cálida y emocionalmente conectada… o por una solución clara, directa y sin complicaciones?
En la era de las experiencias memorables, muchos equipos de servicio al cliente se enfocan en la empatía, la conexión emocional y los pequeños “wow moments”. Pero, según un estudio reciente publicado por Harvard Business Review, lo que realmente valoran los clientes es algo mucho más simple: que les resuelvan el problema. Rápido, sin tantas complicaciones… básicamente, sin ningún esfuerzo adicional.
Lo que me lleva a cuestionarme:
¿Estamos poniendo el foco donde realmente importa?
El dato que incomoda y nos muestra la cruda realidad: ¡Lo simple vale más!
El estudio analizó a más de 100,000 clientes y 1,440 representantes de servicio. ¿Cuál fue el hallazgo principal?
Los clientes no quieren ser sorprendidos.
Quieren ser ayudados.
Y cuanto más fácil se les haga ese camino, más leales se vuelven.
Los resultados mostraron que intentar “deleitar” al cliente no necesariamente genera mayor satisfacción. En cambio, lo que sí impacta profundamente es reducir su esfuerzo.
¿Qué es lo que los clientes desean?:
Menos pasos.
Menos explicaciones.
Más claridad.
Más resolución.
Este estudio abre un debate interesante: ¿Debemos dejar de lado la empatía o continuar siendo amables y emocionales?
Lo que está claro es que quizás es hora de replantear el rol de la experiencia en la atención al cliente.
👉 La empatía es importante, sí.
👉 Pero si no está acompañada de una solución efectiva y rápida… se convierte en frustración maquillada de amabilidad.
Un cliente puede sentirse bien tratado, pero si no obtiene respuesta, igual se irá. En cambio, un cliente que recibe una solución rápida, clara y sin fricciones… vuelve.
Entonces… ¿experiencias o soluciones?
No se trata de elegir un extremo, se trata de entender qué espera el cliente en cada etapa de su viaje. Hay momentos para emocionar, y hay momentos para resolver.
Confundirlos… definitivamente, es perder una oportunidad de fidelización.
Por lo tanto, el servicio al cliente no debe ser solo un acto emocional, ni tampoco puede ser únicamente una operación técnica.
El verdadero reto está en encontrar ese equilibrio entre eficiencia y empatía, entre resolver y conectar, porque al final, lo que todos buscamos (como clientes y como marcas) es simple: que nos escuchen, que nos entiendan y que nos ayuden.
Cuéntame... en tu negocio, ¿qué estilo de servicio al cliente predomina?
¿Te has cuestionado últimamente si estás resolviendo... o solo “atendiendo”? Te leo en los comentarios...
Si este artículo resonó contigo y quieres acompañamiento para mejorar en tus ventas y servicio al cliente en tu negocio, escríbeme. Te ayudo a trazar una estrategia clara, humana y adaptada a tu realidad ✨
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